Como el mundo de la navegación internáutica por ahora me puede, vamos a hablar de lo que he estado viendo hasta hoy de tejidos antiguos chinos, es decir, vamos a navegar un poco en un imaginario personal, el mío!
Sin duda lo primero que se me viene a la cabeza pensando en China es: seda.
La seda ha sido uno de los materiales que más finamente ha sabido elaborar esta civilización milenaria. Seda, schifon de seda, crep de seda, satin... bordados, brocados, redes y devorés. Creo que  no les queda prácticamente nada por descubrir, aunque lo cierto es, que por suerte, nunca se acaba!!
Me ha fascinado siempre la idea de cómo, dónde y por quién fueron creados ciertos estampados, ciertos bordados y por supuesto, para quién!
he tenido entre manos una blusa hecha con una especie de velo de seda, de un violeta ultramar, tan fino y sofisticado que a contraluz se aprecia una trama en la que hay dibujadas flores y un fondo de rayas. Y lo mejor de todo es que a primera vista ni se ve!
El caso es que esta maravilla está habitada por un mundo de animales, flores y plantas de todo tipo, una aunténtica savana bordada con hilo de seda color crudo. Me parece increíble pensar en el tiempo que habrá llevado hacer una pieza como ésta, hoy en día es impensable. El mundo y sobre todo sus tiempos, el ritmo de vida, han cambiado tanto! Supongo que la legendaria paciencia de los chinos y sus diminutas y expertas manos, tendrán buena parte del mérito...cando una actividad se transmite de generación en generación durante siglos supongo que se pueden llegar a asimilar cosas que hoy en día resultarían casi imposibles.
Para acabar con este vuelo, quedaría mencionar el color. El color! otro mundo al que podríamos dedicar una vida entera queriendo. Será que la seda es un soporte particularmente apropriado y agradecido para recibir y devolver los colores con insospechada luz? el caso es que las telas antiguas siguen teniendo unos colores y unas gamas fascinantes hasta el día de hoy: rojo cochinilla, rojo fuego, granate, naranja brillante, azul índigo, celeste, verde aguamarina, lila, violeta ultramar, rosa antiguo, dorado, verde oscuro, verde brillante, y por supuesto negro...el siempre elegantísimo negro!
Supongo que dicho ésto, se entiende mi modesta locura por las telas antiguas y es que es algo que no se puede explicar, tal vez como mejor se entienda sea a través pequeños viajes como éste!
espero que lo hayais disfrutado tanto como yo,
hasta otra!