Mongolia y las fibras animales

En Mongolia la industria ganadera produce más de un tercio del producto interior bruto del país. Se calcula que hay unos 33 millones de cabezas de ganado (frente a 2.5 millones de habitantes).
La cabra que produce cachemir es originaria de la región de Kashmir (Himalaya). Cada cabra produce unos 140 gramos de cachemir al año, lo cual significa que para hacer un jersey es necesaria la lana de cuatro cabras. Al contrario que la oveja la cabra no se esquila, sino que se cepilla en primavera para extraer los delicados mechones que están bajo la capa exterior de pelo y que mantienen a la cabra caliente durante los meses fríos. Cuanto mayor sea la altitud a la que se ha criado el animal mayor será la calidad de su pelo.
Con la caída del comunismo que mantenía un control sobre la producción y el aumento de la demanda mundial de prendas de cachemir desde los años 90, la cría de esta cabra se ha multiplicado hasta el punto de poner en peligro el equilibrio del ecosistema en el que viven debido a un excesivo consumo de los pastos. Actualmente Mongolia se sitúa en el segundo lugar mundial de producción de cachemir, con 3.300 toneladas anuales, justo por detrás de China, país que también recibe materia prima de Mongolia, incluso a través del contrabando ilegal, que luego es manufacturada. Hay una fuerte competición con China por la exportación de cachemir, ya que China cuenta con mayor capacidad industrial. Sin embargo el cachemir de Mongolia conserva la reputación de ofrecer mayor calidad ya que a diferencia de China no mezclan fibras de diversa longitud, lo que empobrece la calidad del producto final.  
En Mongolia también se utilizan las fibras de otros animales para la confección textil, principalmente de la oveja y del camello bactriano. Su uso más habitual es la elaboración de fieltro, del que hablaremos en otro apartado.
 (imagen de la pelicula La historia del camello que llora)
Mujeres hilando lana de camello (fuente)

 Lana de camello de la marca Louet Nomad