(imagen del libro Un dia à Mongolia)
Rojo y negro también se asocian con los puntos
cardinales: el negro con el norte y el rojo con el sur. Otro color favorito de
los mongoles es el azul, que simboliza
la eternidad y la lealtad. En el pasado incluso se denominaban a si mismos “el
pueblo azul” ya que creen que el Cielo Eterno ha sido el creador de todo y por
tanto el padre del pueblo mongol. El
amarillo y el dorado también son muy significativos ya que se identifican con
la estepa, el paisaje dominante en Mongolia. El amarillo simboliza el amor y el
verde el bienestar. Combinaciones habituales son rojo/azul, azul/blanco o
verde/amarillo.
En el antiguo
imperio mongol los colores jugaban un rol muy importante en el código de
indumentaria: el negro se identificaba con los súbditos, el blanco con los
personajes de linaje, lo divino y las ocasiones especiales. El dorado se identificaba con
la autoridad imperial y con el sol, lo eterno y lo masculino. Por el contrario
el plateado era el color femenino, relacionado con la luna y la tierra.
Imagen del Anciano Blanco, divinidad mongola (fuente)